Rastros de una noche de copas

Hoy me levante y mi cuerpo se quejaba. Emanaba pura uva creada por una cosecha única que mi estomago había configurado. Tuve el privilegio de ver como la gente se poseía por el buen beber. Fue una grandiosa noche de copas y de buen comer. Todo un buen recuerdo… Buenas amistades, mi hermano y gente acabada de conocer.

Lo mejor fue a eso de la media noche, cuando mi cuerpo pidió a gritos que siguiera mi noche de copas. No titubee y seguí la noche. ¡Que rayos estoy de vacaciones y soy todo un turista! Continué con mis copas pero en lugar distinto y con gente distinta. La música inyectaba alegría y yo celebraba sin tener razón. Haciendo del momento todo un ritual para recibir el sol. Fue cuando lo recibí que comprendí que mi noche de copas había terminado…