martes, diciembre 13, 2005

El día de un surfer

Suena la alarma. Inmediatamente corro al baño y me lavo la boca. Agarro una toalla, unos cortos y me pongo el traje de baño. Tomo las llaves de la guagua y cojo el pedazo de cera que dejé justamente al lado de las llaves la noche anterior. Prendo la guagua para calentar el motor en lo que voy a donde guardo las tablas. Me paro frente a ellas y me pregunto: “¿que tabla me llevo? ¿habrá tamaño?”

Precipitadamente agarro la 6’ 4” y me digo: “¡Que diablos, si está pequeño me joderé paleteando!” La monto en la guagua y salgo a la ligera. Mientras conduzco me pongo un abrigo y agarro la gorra que dejé en el asiento de atrás para cubrir mi pelo despeinado. Subo la música con el fin de calmarme pero el trayecto a la playa resulta eterno y los 30 minutos de viaje parecen horas de agonías. Al acercarme a la playa mi estómago se descompone y mis manos sudan vigorosamente. A mi llegada pongo la guagua en parking y me paro frente de la playa para lograr ver la dirección del swell. Entonces observo y digo:
Uff!! Esta del norte y viento offshore!! Dos en el agua! 4-5 pies de cara! Voy pal agua!!”

A mi entrada al agua mis manos comienzan a temblar, quizás por el frío del agua que la caracteriza en ésta temporada o simplemente por la desesperación de lograr entrar. Comienzo a remar agitadamente hasta llegar al pico. Al llegar saludo con la vista al muchacho que esta en boogie y al otro que está en tabla. Reposo sentado en mi tabla en lo que me dispongo a tomar mi primera ola. De repente diviso una ola y me digo: “Es derecha! Aquí me tiro!”
Desesperadamente nado en mi tabla para acomodarme justo en el pico. Comienzo a remar como un loco y logro irme. En un segundo me paro y rápidamente comienzo a bajar un drop como de 3 a 4 pies, una derecha ridículamente perfecta. Logro acomodarme en la ola y comienzo a ripear enérgicamente mientras observo el color azul del agua y el resplandor de los arrecifes que veo pasar. Sigo recorriendo la ola con el deseo de que ese momento fuese eterno y de que no terminara nunca. Sin embargo, como todo en la vida, la ola se acaba pero con la reconfortante verdad de que detrás una ola viene otra. Es cuando me dirijo a tomar otra cuando me digo a mi mismo: “No hay nada en el mundo como esto, que más puedo pedir…”

8 Comments:

Blogger MaReS said...

Bueno amigo la verdad que la vida en el mar es lo mejor del mundo, yo tambien soy una amante de el. Me gusto la narracion.
Un beso y un abrazo bn grande!!

PD. Gracias por tu comment en mi pag!

8:38 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Extraño el mar. Hace meses que no voy. Me animaste.

4:10 p. m.  
Blogger Arquera Silente said...

Jejeje...
Me gusta como describes tus nervios antes de llegar al mar. Me parece al nerviosismo que uno siente cuando va a ver al amor de su vida. (Imagino que eso representa igual, el mar para tí) Me siento un poco ingnorante respecto al vocabulario que utilizas para describir lo que haces, (swell, offshore, pico, drop, ripear) vocabulario surfer, que probablemente todo el mundo ha escuchado y yo me acabo de enterar. Jeje... Estoy atrás! Parece que estoy viejita ya...
:(

Hasta luego...

3:19 a. m.  
Blogger Turista de la Vida said...

Gracias por su comentarios. Un abrazo para todas. Algunas definiciones para que entiendan mejor:

swell- sistema de tiempo q causa olas puede ser un onda tropical, frente frio, etc.

offshore- cuando el viento le da de frente a la ola y la mantiene parada. Esto hace que rompa la ola perfecta.

pico- donde sale ola. Donde comienza a romper la ola.

ripear- subir y bajar la ola. Correrla.

drop- es cuando bajas la ola parada. La bajada tan pronto te paras.

1:21 p. m.  
Blogger Arquera Silente said...

Jeje...
Gracias por tus definiciones. Mas o menos por el contexto de tu escrito, uno puede saber lo que significan. Es sólo que no son palabras que yo hubiera utilizado para describirlo. Obviamente, porque no soy surfer. Jeje, pero me gusta. Se vé que debes ser bueno en eso. Es una lástima que le tenga un poco de miedo al mar, y que no sepa surfear.

Felicidades!
Arquera Silente

3:18 a. m.  
Blogger L.D.Cains said...

Sabes… Estaba hoy en la oficina con bastante stress y decidí tomarme la tarde libre para saludar a mis viejos amigos en sus respectivos blogs. Y al entrar aquí me tope con este escrito y pensé en lo mucho que extraño el mar y sus diversiones. Esto que escribiste me identifica bastante, “No hay nada en el mundo como esto, que más puedo pedir…” y definitivamente te acompaño en ese sentimiento. Me alegra saber que sigues disfrutándote la vida así.

Cuídate,

Danny

9:08 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

Hola

Aquí te deja una huellita otra amnate del mar. me gustó tu escrito. Para mí el mar es mi refugio y mi pasión.

Gusto en saludarte!

9:39 a. m.  
Blogger Cale said...

Saludos turista. Trabajo en el Centro Interdisciplinario de Estudios del Litoral (http://www.amp-pr.org/ciel), en Recinto Universitario de Mayagüez. Estamos haciendo un “papper” sobre lo que hemos llamado sociología del surfing. Mayormente lo que estamos trabajando es el impacto social del surfing en Rincón. Me gustaría utilizar este “post’ tuyo como referencia y tener la oportunidad de hablar contigo para que nos hables un poco mas de tu experiencia como surfer. Si te interesa comunícate conmigo carcamor@gmail.com

10:27 p. m.  

Publicar un comentario

<< Home